Aunque ha pasado todo un fin de semana, y a fin de cuentas todo ha quedado en algo así como empate, no puedo hablarle, casi ni mirarle a los ojos.
Solo percibir la sombra de Marco, me empieza a hervir el alma.
Algo dentro que me invade, me ahoga en rabia, y me impide cualquier tipo de relación con Marco .
Resurge de mi corazón su traición.
Sólo soy capaz, haciendo un gran esfuerzo, de murmurar buenos días en tono insolentemente educado
No me gusta estar así, pero no puedo evitarlo
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